Migraciones se habría convertido en una inmensa agencia de empleo operada por el congresista liberteño Carlos Alva Rojas

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Con el gobierno de Perú Libe, uno de los trámites que se ha convertido en una pesadilla es la obtención de un pasaporte nuevo. Hasta hace poco, una institución eficiente y tecnificada, la Superintendencia de Migraciones es hoy sinónimo de colas interminables, quejas fundadas y dolores de cabeza para los peruanos.

Pero ¿Cómo se está manejando Migraciones?, una institución estratégica que el gobierno le habría entregado al congresista liberteño Carlos Enrique Alva Rojas (Acción Popular), a cambio de votar en contra de la vacancia del presidente Pedro Castillo.

Esta trama de supuestos favores, deudas y respuestas proteccionistas, tienen como punto culminante, el nombramiento del Jorge Armando Martín Fernández Campos como Superintendente Nacional de Migraciones, días antes de la segunda votación de vacancia ocurrida el 28 de marzo último.

Según la declaración jurada presentada por el propio Jorge Fernández, él no cuenta con los mínimos años de experiencia en la función pública. Entonces, Fernández buscó una “prueba” que le permitiera tentar al cargo. Por ello, acudió a su amigo y colega Humberto Abanto Verástegui, quien le otorgó una constancia de trabajo de su estudio de abogados.

Debido a los groseros cambios de personal en Migraciones, que solamente responderían a intereses personales, los trámites que ahí hacen ciudadanos peruanos y extranjeros presentan interminables colas, con una atención deficiente, desordenada y absolutamente ineficiente.

Migraciones se habría convertido en una inmensa agencia de empleo operada por nada menos que el congresista Carlos Enrique Alva Rojas. (Fuente programa dominical Contracorriente de Willax)