Reflexión para el Gobierno: Navidad de los ricos y pobres

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Por Dr. Jorge Apolitano Rodríguez

Las navidades siempre son épocas de gasto, por ello la diferencia entre la cena en las ciudades o pueblos más pudientes y en los más humildes, son notables. Pavo, lechón o embutidos, con sus botellas de wiski o vinos de marca son algunos de los productos más consumidos en el barrio rico y en el barrio humilde, destacan pollo, mondongos, huevos rotos con jamón, acompañados con gaseosa, aguardiente o agua. La diferencia es abismal.

La brecha se da en el mundo y en forma especial en Perú, que en el barrio menos pudiente, la mayoría de las familias tienen que ajustarse el cinturón a la hora de pensar en estas fechas. Mientras que la gente que tiene un buen sueldo como (El Jefe de Estado, Presidente del Poder Judicial, Ministros, y funcionarios de organismos públicos) que ganan sueldos dorados de S/ 40,000 o 30,000 soles,   mensuales pueden permitirse lujos.

Esta diferencia entre pobres y ricos, lo genera el propio estado (Gobierno), que no sabe distribuir la riqueza (ingresos) en su población, es decir en los trabajadores que ganan una miseria de S/ 930.00 soles mensuales, que no alcanza ni para comprar juguetes y una buena cena para las familias. Mientras que el gobierno piensa en aumentar la RMV la desigualad y la pobreza continuara.   

En el sector público los trabajadores discriminados son los servidores bajo la modalidad D.L 276 y CAS, que solamente recibieron S/ 300.00 en estas fiestas de navidad mientras que los funcionarios de gobierno y trabajadores 728, han recibido más de S/ 30,000 soles, y un sueldo completo, analicen la diferencia, ellos comerán en abundancia.  La navidad de Dios es compartir.

En esta Navidad debemos hacer un esfuerzo por no concentrarnos en los regalos, en las fiestas, en las grandes cenas y por el contrario, concentrarnos en vivir esta llegada de Jesús a nuestros hogares, en familia y con la fe renovada. Un buen gobierno debe trabajar en distribuir mejor la riqueza, cortar la brecha, que no solamente trabajen para los empresarios exonerándoles impuestos y regalías.

En esta Navidad construyámonos un mejor país. Recibamos esta fiesta, como si nuestro corazón fuera el de un niño: lleno de ilusión, alegría, esperanza y amor.  Estar con los seres queridos es sin duda el milagro más grandioso que se puede esperar de las fiestas navideñas.

Esta Navidad que sirva de reflexión a los ricos, sepan compartir con su familia, sus trabajadores y la gente necesitada, dejar huella en este mundo, porque al final cuando uno muere, se va de este mundo, nada lleva, solamente su mortaja y nadie se acordara de él por avaro y mezquino, en cambio las personas que siempre actuó de lo mejor y compartió, será recordado para siempre. Reflexionemos amigos y amigas en esta fiesta. Feliz Navidad.