Los rescatistas están trabajando para rescatar al menos a siete trabajadores atrapados después de que una torre de calderas colapsara en una planta de energía térmica operada por Korea East-West Power Co. en la ciudad sureste de Ulsan el jueves. Foto de Yonhap News
SEÚL, 6 de noviembre (UPI) — Los equipos de rescate de Corea del Sur están buscando trabajadores que se cree que están atrapados después de que una gran estructura colapsara en una central eléctrica en la ciudad sudoriental de Ulsan el jueves, según informes de las autoridades y los medios locales.
Al menos siete personas quedaron atrapadas cuando una torre de calderas de 200 pies de altura se derrumbó en la sucursal de Ulsan de la empresa estatal Korea East-West Power, informó la agencia de noticias Yonhap, citando al Servicio Nacional de Bomberos. El derrumbe se produjo poco después de las 14:00 horas, hora local.
Dos personas fueron sacadas de los escombros antes, mientras los socorristas continúan buscando a otras personas que se teme que estén enterradas bajo metal retorcido y concreto.
El primer ministro Kim Min-seok ordenó al Ministerio del Interior y Seguridad, el Servicio Nacional de Bomberos, el Servicio Nacional de Policía de Corea y las autoridades locales “movilizar todo el equipo y personal disponible para priorizar salvar vidas”.
“Específicamente, haremos todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad de los bomberos que trabajan en el lugar e implementar medidas de seguridad meticulosas, como inspecciones en el lugar y guías de evacuación para los residentes”, dijo Kim en un comunicado.
El ministro del Interior, Yun Ho-jung, también emitió una directiva de emergencia pidiendo la movilización masiva de personal y equipo al lugar del accidente, añadiendo que se había enviado a un oficial de gestión de la situación para coordinar las operaciones sobre el terreno.
Las fotos compartidas por los medios locales mostraban una enorme estructura metálica volcada de lado con una pila de vigas arrugadas y andamios en su base.
El desastre ha renovado el escrutinio del régimen de seguridad industrial de Corea del Sur, que ha enfrentado críticas después de una serie de accidentes laborales fatales.
El presidente Lee Jae Myung ha pedido repetidamente que se apliquen medidas de seguridad más estrictas para frenar este tipo de tragedias.
“Cuando los accidentes fatales ocurren de la misma manera, significa en última instancia que toleramos esas muertes”, dijo Lee en una reunión de gabinete en julio.
En agosto, ordenó que cada muerte en el lugar de trabajo se informara directamente a su oficina y propuso sanciones como revocar licencias y restringir las ofertas de empresas con muertes repetidas.
Lee, que sufrió un accidente en una fábrica cuando era adolescente, se ha comprometido a reducir la tasa de mortalidad por accidentes industriales en Corea del Sur, la más alta entre los 38 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, al promedio de la OCDE en cinco años.
