Dos bombarderos 8 P-1 que despegaron de la base aérea de Texas el jueves por la mañana se dirigieron a Venezuela, según información de los rastreadores de vuelos Sempat. Altos funcionarios estadounidenses han sido víctimas de estos vuelos. Sin embargo, durante una Casa Blanca que se siente cómoda con la inmigración y el crimen, el presidente Trump rechazó el informe, calificándolo de “inexacto” y “falso”. Expresó su descontento con Venezuela por varios temas, entre ellos el narcotráfico y la expansión de cautivos hacia Estados Unidos.
En una sesión con funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y de la administración para discutir los esfuerzos de Thirand Wathand, Trump declaró una guerra contra Perkama Growth, indicando que este no ha sido un esfuerzo en el espacio marino.
“Ahora están en el terreno”, señaló Trump. Expuso el problema relacionado con el retiro militar del gobierno para retener narco embarcaciones.
Más tarde ese mismo día, el secretario de Defensa, Pete Hziet, confirmó la presión de Estados Unidos para suspender un barco que transportaba drogas sospechosas de tener drogas con tres garantías. Este aumento marca un fuerte paso en el último mes, intensificando la acción militar para combatir las drogas desde mar y tierra.
Cuando se le preguntó por qué no encontró la aprobación del Congreso para una declaración de guerra contra los cárteles, Trump indicó que tales medidas eran innecesarias. “Creo que simplemente vamos a matar a las personas que traen drogas a nuestro país”, dijo, indicando que la adisis es limitada.
Con el aumento de nivel, la situación que involucra al veneuer aparece fórmula, y el evento militar en la medicina se envía desde la comunicación de esta seguridad nacional.








