A Semana de noticias El mapa ilustra la escala de la huella de endeudamiento global de China, basándose en hallazgos sorprendentes de un informe reciente del instituto de investigación AidData, con sede en Virginia.
Por qué es importante
China, la segunda economía más grande del mundo, es ahora también el mayor acreedor, un papel que le ha permitido a Beijing igualar, y en muchos casos superar, a su rival estadounidense en la carrera por la influencia diplomática y los recursos estratégicos.
Durante su período de endeudamiento, que alcanzó su punto máximo en la década de 2010, China comprometió más de 1 billón de dólares para su programa emblemático de infraestructura, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y fue noticia por proyectos masivos en países de bajos ingresos.
Los críticos describen los préstamos, en parte alimentados por dificultades financieras debido a las altas demandas de pago, como una “diplomacia trampa de la deuda” y un medio para que las entidades estatales chinas ganen influencia sobre la infraestructura crítica. Los funcionarios chinos han rechazado la narrativa de la trampa de la deuda, insistiendo en que los préstamos en el extranjero se basan en principios mutuamente beneficiosos impulsados por el mercado.
Semana de noticias contactó al Ministerio de Asuntos Exteriores de China por correo electrónico para solicitar comentarios.
¿Qué sabes?
El informe AidData, basado en un estudio de tres años que rastrea 30.000 proyectos en 217 países y territorios, encontró que la cartera global de préstamos de China asciende a 2,1 billones de dólares, entre dos y cuatro veces más que las estimaciones anteriores.
Los datos también muestran que los países de ingresos altos y medianos altos representan el 76 por ciento de estos préstamos y casi la mitad del valor total. Esto desafía la suposición arraigada desde hace mucho tiempo de que los préstamos de Beijing se centran principalmente en el mundo en desarrollo.
Entre los 10 principales receptores se encuentran tres economías del G20, incluido Estados Unidos, que encabeza la lista con 202.000 millones de dólares en préstamos relacionados con el Estado chino que cubren 2.500 proyectos y actividades nacionales durante el período de estudio.
Rusia, el socio estratégico “sin fronteras” de China y la novena economía más grande del mundo, quedó en segundo lugar con 172.000 millones de dólares. Australia, la decimoquinta economía más grande, ocupa el tercer lugar con 130 mil millones de dólares en préstamos.
Venezuela y Pakistán le siguieron en cuarto y quinto lugar con 105.700 millones de dólares y 75.600 millones de dólares, respectivamente. Gran Bretaña, la sexta economía más grande, ocupó el décimo lugar.
Dado que China no divulga datos oficiales sobre sus préstamos extranjeros a los sistemas de seguimiento internacionales, AidData compiló su análisis utilizando contratos de préstamo, registros de subvenciones, acuerdos de reestructuración de deuda y documentación del país anfitrión.
Lo que dice la gente
Brad Parks, director ejecutivo de AidData, fue citado diciendo: “Este notable descubrimiento muestra que Estados Unidos ha pasado la mayor parte de la última década advirtiendo a otros países sobre los peligros de acumular una exposición significativa a la deuda con China y acusando a China de participar en una ‘diplomacia de trampa de deuda'”.
Yang Baorong, director de Estudios Africanos de la Academia China de Ciencias Sociales, dijo al periódico estatal Tiempos globales En Mayo: “La financiación china se centra en infraestructura y creación de capacidad para permitir la autosuficiencia, no crear dependencia”.
¿Qué pasó después?
Los autores del informe llamaron a China un “nuevo líder global que está reescribiendo las reglas y normas que rigen el flujo de ayuda y crédito internacional”. Estados Unidos, Alemania, Japón y otros grandes prestamistas necesitarán reajustar sus estrategias de crédito y desembolso de ayuda para mantener el ritmo, afirmó.







