Según un estudio reciente sobre la vida silvestre, el águila en peligro crítico de extinción ha regresado a los pocos hábitats que le quedan después de una ausencia de dos años.
GMA Network informó que el águila filipina, una de las aves rapaces más grandes del mundo, fue vista en los cielos sobre Senaca en Cotabato, isla de Mindanao. Esta zona tiene uno de los hábitats naturales más pequeños, pero ofrece un lugar de anidación seguro en las montañas y presas suficientes para que la pareja reproductora pueda mantener a los polluelos.
Un portavoz del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales para la Región 12 (DENR-12) dijo que la designación del área como hábitat crítico: “(Ha) abierto oportunidades para financiamiento y asignación de recursos para apoyar la investigación sustentable, programas de conservación y prácticas de manejo sustentable que son vitales para la sustentabilidad y la supervivencia de otras áreas sustentables en el área”.
El águila filipina es el ave nacional del país y se encuentra únicamente en las islas de Leyte, Luzón, Mindanao y Samar. Su tamaño y su cresta puntiaguda lo hacen reconocible al instante. Alguna vez estuvieron muy extendidos, pero las especies animales que viven en naciones insulares son particularmente vulnerables a la destrucción de su hábitat. La extensa deforestación en Filipinas ha provocado que muchas especies endémicas sufran rápidas disminuciones demográficas. Sólo quedan unos 400 criadores en estado salvaje.
Como gran ave rapaz, el águila filipina desempeña un papel clave en el mantenimiento del equilibrio de la red alimentaria como el mayor depredador en los pocos bosques que quedan en el país. Conocida por algunos lugareños como el “águila que come monos”, el águila filipina tiene una dieta un poco más variada de lo que sugiere la leyenda. Utilizan técnicas de caza con acecho y perca para conservar energía mientras cazan, pero una vez que se comprometen a cazar, se mueven con una velocidad y potencia increíbles.
La historia destaca la importancia de monitorear periódicamente la vida silvestre de un área con cámaras para identificar y priorizar hábitats importantes para la conservación. Los datos recopilados en la encuesta también ayudarán a crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan estas majestuosas aves. Queda un largo camino por recorrer, pero con suficiente conocimiento y determinación, el Águila Filipina puede resurgir.
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