El receptor de los Dodgers, Ben Rortvedt, conecta un doble contra los Rojos de Cincinnati durante el Juego 2 de la Serie Wildcard de la Liga Nacional en el Dodger Stadium el 1 de octubre.
(Gina Ferazzi/Los Ángeles Times)
Ni Alex Call ni Ben Rortvedt habían aparecido en un partido de playoffs hasta esta temporada. Y aunque ninguno de los miembros del bullpen de los Dodgers salió de la banca en los primeros dos juegos de la Serie Mundial, están mucho más cerca de la acción de lo que esperaban antes de los cambios de julio que los llevaron a Los Ángeles.
“Es realmente genial. He estado absorbiendo todo”, dijo Call, quien fue canjeado desde los Nacionales de Washington en la fecha límite.
“Ha sido un torbellino”, agregó Rortvedt, quien fue adquirido por los Tampa Bay Rays, luego pasó la mayor parte del verano en Triple A antes de ser convocado cuando Will Smith se lesionó a principios de septiembre. “Lo he estado tomando cada vez más día a día, así que no quedé tan impresionado como la gente piensa. Definitivamente, cuando eso suceda, realmente pensaré y me daré cuenta de lo loco que fue estar en este equipo y estar donde estamos ahora”.
Call, de 31 años, quien también jugó con los Indios de Cleveland en una carrera de cinco años en las Grandes Ligas, apareció en un juego en cada una de las tres primeras series de playoffs de los Dodgers, y se fue de 4-3 con dos bases por bolas, un hit por un lanzamiento y una carrera anotada.
“Es un poco loco porque siento que debería haber sido más difícil”, dijo Call sobre llegar a la Serie Mundial. “Con los Nacionales, es como si tuviéramos que llegar hasta la cima. Y luego pasas por encima de los Dodgers y eres el favorito, los campeones de la Serie Mundial. Tienes probablemente el mejor roster jamás reunido, con estrellas increíbles en toda la alineación, y luego dicen: ‘Oh, sí, queremos a Alex en nuestro equipo’.
“Ese es un cumplido increíble”.
Rortvedt, de 28 años, quien también jugó con los Yankees y los Mellizos de Minnesota durante cuatro temporadas, fue titular en los primeros cuatro juegos de la postemporada y bateó .429.
“Si me pellizco, es como si no estuviera seguro (de estar aquí)”, dijo. “Sólo estoy tratando de estar lo más preparado posible, entendiendo la magnitud de las cosas y tratando de estar preparado e intentando frenar todo y hacer lo mejor que puedo”.
