El primer lanzamiento se convirtió en un desafortunado incidente cuando uno de los barcos recién construidos se hundió en cuestión de minutos. Fue un momento triste para el propietario, pero para muchos el espectáculo fue un recordatorio de los excesos de los muy ricos.
Según el Economic Times, el yate de lujo Dals Vento, de 24 metros de eslora, acababa de completar su construcción y estaba a punto de botarse por primera vez cuando de repente se hundió a unos 200 metros de la costa de Ergüli, Turquía.
Greek City Times (@greekcitytimes) compartió el vídeo en X y decía: “Conmoción: el yate de lujo Dolce Vento se hunde sólo 15 minutos después del lanzamiento”.
Nadie resultó herido en el incidente: el propietario, el capitán y dos miembros de la tripulación pudieron saltar por la borda y nadar hasta un lugar seguro.
Sin embargo, ha generado preocupaciones sobre fallas de diseño y problemas de construcción. También ha alimentado debates sobre el daño ambiental de los yates de lujo y otras extravagancias. Una investigación internacional de Oxfam ha demostrado que las 50 personas más ricas del mundo producen más contaminación que los 155 millones de personas más pobres.
Los superyates, en particular, producen tres veces más contaminación que incluso los aviones privados. A medida que los yates se vuelven más comunes entre los propietarios adinerados, ha aumentado la preocupación sobre cómo su uso de combustible podría contribuir a sequías, huracanes y olas de calor.
La naturaleza ya ha enviado advertencias, incluida el agua que naufragó el barco de un multimillonario en Palermo el año pasado, una señal de que el calentamiento de los océanos está provocando fenómenos meteorológicos peligrosos.
No sólo esto, los barcos y otras embarcaciones de recreo también destruyen los arrecifes de coral a la deriva a lo largo de las partes poco profundas de la costa. Además, con frecuencia han traído especies acuáticas invasoras, uno de los mayores impulsores de la pérdida de biodiversidad en varias partes del mundo, según la Organización Marítima Internacional.
A la luz de estas preocupaciones, muchas personas expresaron sentimientos encontrados: conmoción por el incidente y atención renovada al impacto ambiental de los grandes buques de lujo.
Si bien algunos lectores se tomaron el momento a la ligera, el evento también generó una conversación más amplia sobre cuestiones climáticas y cómo las decisiones individuales pueden afectar el medio ambiente.
“El día más feliz para el propietario de un barco… el día que compra el barco y el día que lo vende. Este tipo tenía ambos días combinados”, dijo un usuario de las redes sociales en X.
“El barco estaba muy bien construido. Simplemente no flotaba”, comentó otro en Reddit.
“Sí, si cuesta 1 millón de dólares, es la versión de un yate de TEMU, los grandes pagan 1 millón de dólares por un barco auxiliar que te llevará a su yate”, añadió otro Redditor.
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