El plan del presidente ecuatoriano Daniel NoboaF exige reducir la Asamblea Nacional de 151 miembros a solo 71. Ese cambio podría ahorrarle al país alrededor de $16 millones al año, según la cadena de televisión Ecuavisa Foto de archivo de Gastón Britos/EPA
27 de octubre (UPI) — El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quiere reducir a casi la mitad el número actual de miembros de la Asamblea Nacional.
La propuesta se someterá a votación pública el 16 de noviembre en un referéndum que también decidirá sobre el regreso de las bases militares extranjeras al país, la abolición de la financiación estatal de las organizaciones políticas y la convocatoria de una nueva Asamblea Constituyente.
Si se aprueba, la Asamblea Nacional se reducirá de 151 miembros a sólo 71. Este cambio podría ahorrarle al país unos 16 millones de dólares al año, según la cadena de televisión Ecuavisa.
La posible reducción en el número de diputados se suma a otra reforma electoral aprobada el 20 de junio, cuando la Asamblea Nacional de Ecuador votó para cambiar la forma en que se asignan los escaños entre los partidos.
Anteriormente, Ecuador utilizaba el método Webster, que daba a los partidos más pequeños más posibilidades de ganar escaños. El nuevo sistema D’Hondt favorece a los partidos más grandes, lo que facilita que el bando ganador obtenga una mayoría en el Congreso y evite el estancamiento político.
Los analistas dicen que esto podría mejorar la gobernanza, pero también significa menos representación para los grupos políticos más pequeños o emergentes.
En las calles, la campaña del gobierno repite el lema “menos políticos, más país”, pero detrás de esa frase se esconde un debate más amplio sobre el tipo de democracia que Ecuador quiere construir.
El nuevo plan exige 10 miembros de la asamblea nacional, un representante de cada provincia y un escaño adicional por cada 400.000 habitantes, en un país de alrededor de 18 millones.
Desde el palacio presidencial, el mensaje del gobierno enfatiza la necesidad de una Asamblea Nacional más eficiente, menos costosa y mejor alineada con las prioridades de los ciudadanos.
Diana Jácome, diputada del partido gobernante, defendió la reforma diciendo que garantiza una “verdadera representación” en la Asamblea y permitirá al Estado ahorrar recursos.
La oposición política, sin embargo, sostiene que la reforma debilitará la representación ciudadana.
“Con la reducción del número de legisladores, habrá un retroceso importante para los representantes de las zonas rurales y de las poblaciones y nacionalidades indígenas”, dijo Paola Cabezas, miembro del partido Revolución Ciudadana.
Noboa dijo que su propuesta “mantiene la representación de todas las provincias y elimina todos los demás escaños fijos. De esa manera, todas las provincias del Ecuador estarán representadas, mientras que la estructura de la Asamblea Nacional se adaptará a los cambios demográficos del país con el tiempo”.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador se opone a la propuesta.
El grupo escribió a X que “el pueblo ya decidió: en el referéndum de Noboa decimos NO. Mientras el país enfrenta hambre, desempleo y hospitales sin medicinas, el gobierno planea gastar 60 millones de dólares en un referéndum que busca eliminar los derechos colectivos, laborales y ambientales, así como la gestión comunitaria del agua”.
Roberto Zambrano, profesor de derecho de la Universidad del Río, dijo a UPI que “el partido gobernante está apostando al desencanto público con la Convención y al cansancio de los votantes con la fragmentación política. La oposición, mientras tanto, está tratando de enmarcar la reforma no como un ajuste técnico, sino ideológico”.











