14 de octubre (UPI) – Chile superó por segundo año consecutivo el índice latinoamericano de inteligencia artificial con 70,5 puntos, seguido de Brasil con 67,3 y Uruguay con 62,3 en el ranking que clasifica el desarrollo de la IA en 19 países de América Latina y el Caribe.
Uno de los hallazgos más importantes fue el avance de países como Costa Rica, Ecuador, República Dominicana y Guatemala, que obtuvieron importantes beneficios en conectividad, capacitación y estrategias nacionales de IA.
El informe afirma que esta tendencia muestra que las reformas educativas y la transparencia institucional pueden acelerar la madurez tecnológica incluso en economías de tamaño mediano.
Sin embargo, también advierte que el área continúa enfrentando importantes brechas en infraestructura, gobernanza y talento especializado, lo que podría ampliar la brecha digital en los próximos años.
El estudio, realizado por el Centro Nacional de Inteligencia de Chile con el apoyo de universidades, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Unión Europea, mide tres dimensiones principales: factores que lo permiten (infraestructura, talento y datos). Investigación, desarrollo y adopción; y gobernanza. Cada país recibe una puntuación máxima de 100 según la madurez digital y las políticas de IA.
Costa Rica se destaca como líder regional en habilidades de IA y en la integración del tema en los programas escolares, junto con Ecuador, República Dominicana y Uruguay.
Mientras tanto, en Colombia el aprendizaje autodidacta ha jugado un papel clave: el país lidera la educación digital en plataformas como Coursera, impulsando la educación tecnológica más allá de los sistemas tradicionales.
A pesar de estos avances, el informe advierte que la alfabetización básica sigue superando a la formación avanzada. Trece de los 19 países consultados aún no ofrecen programas de doctorado en IA y la falta de talento especializado limita el desarrollo de soluciones locales.
El estudio encontró que Brasil representa más del 90% de la capacidad computacional de alto rendimiento de la región, lo que subraya una fuerte concentración tecnológica.
Sólo Uruguay, Costa Rica y Colombia tienen niveles competitivos por habitante de unidad de procesamiento gráfico.
Por el contrario, 11 países todavía obtienen una puntuación inferior a 50 puntos en infraestructura digital, lo que limita el desarrollo de potentes ecosistemas de IA.
Además de esto, el informe subraya una persistente congestión de datos. Si bien el área genera grandes volúmenes de información, sólo unos pocos países -entre ellos Chile y México- han avanzado en la apertura y estandarización de sus datos.
“Sin una disponibilidad real de datos, las decisiones algorítmicas pueden estar sesgadas y las políticas públicas pueden ser menos efectivas”, señala el informe.
Durante la presentación del índice, el Centro Nacional de Inteligencia Artificial, Rodrigo Durán, advirtió que si bien América Latina avanza, la brecha con las grandes potencias tecnológicas del norte mundial se está ampliando rápidamente.
Alrededor del 68% de los investigadores activos en IA tienen su sede en Brasil y México, mientras que Chile y Brasil producen el 90% de las publicaciones académicas de la región.
El informe también destaca la limitada participación pública en el uso de la IA para consultas a los ciudadanos o la cocreación de políticas, trabajos con posibilidad de fortalecer la democracia digital. Sólo México, Colombia y Perú han logrado avances específicos en esta materia.
A pesar de estos desafíos, los autores del informe sostienen que la AS representa una oportunidad sin precedentes para la inclusión y la productividad. A diferencia de revoluciones industriales anteriores, su adopción no depende de estructuras de producción complejas.
El desafío, concluyen, es alinear la digitalización con el desarrollo sostenible y la cooperación regional mejorando la infraestructura, el talento y la gobernanza.
“América Latina ya representa entre el 15% y el 20% del mercado mundial de aplicaciones genéticas de IA, pero sólo el 1% de la inversión global. El desequilibrio muestra el enorme potencial que hay que explotar”, afirmó álvaro Soto, director del centro de inteligencia artificial.