Una nueva investigación sugiere que los delfines en cautiverio pueden estar expuestos a más microplásticos que sus contrapartes salvajes, un descubrimiento sorprendente que resalta cuán profundamente la contaminación plástica ha penetrado incluso en ambientes controlados.
¿Qué está pasando?
Un estudio, publicado en el Journal of Earth and Environment Communications, tuvo como objetivo identificar microplásticos (pequeñas partículas resultantes de la degradación del plástico) en tejidos de delfines cautivos y salvajes, incluida la piel, los pulmones, el hígado y los intestinos.
Esta es una distinción importante, dijeron los investigadores, porque la mayoría de los estudios anteriores sólo se han centrado en los microplásticos en el contenido intestinal. Los científicos esperaban descubrir si la contaminación por microplásticos se propaga al tejido.
Se encontraron microplásticos en entre el 80% y el 100% de todas las muestras de tejido de delfines salvajes y cautivos, lo que confirma que los microplásticos viajan por todo el cuerpo en lugar de permanecer en el tracto digestivo.
Quizás lo más sorprendente es que los delfines en cautiverio portaban cargas microplásticas significativamente mayores que los delfines salvajes.
Los animales cautivos tenían un promedio de 0,67 microplásticos por gramo de tejido en comparación con 0,19 microplásticos por gramo en los delfines salvajes.
Los delfines salvajes mostraron una amplia variedad de formas y colores de microplásticos, que los científicos atribuyeron a diferentes fuentes ambientales. Los delfines capturados exhibieron patrones más uniformes, probablemente relacionados con materiales interiores o relacionados con acuarios, como fibras textiles, equipos de instalaciones o alimentos y agua contaminados.
La poliamida y el PET fueron los tipos de plásticos más comunes detectados en general. La poliamida, comúnmente conocida como nailon, se encuentra a menudo en textiles, cuerdas y equipos industriales y automotrices.
El PET, o tereftalato de polietileno, se encuentra a menudo en botellas de plástico, envases de alimentos y ropa de poliéster.
¿Por qué son importantes estos hallazgos?
La investigación sobre los microplásticos aún está incipiente y los científicos apenas comienzan a comprender el impacto total de estas diminutas partículas. Lo que está claro es que están increíblemente extendidos y pueden causar daños permanentes.
“Los microplásticos… son cada vez más reconocidos como una amenaza para los ecosistemas marinos”, observó el estudio.
La investigación destaca cuán profundamente la contaminación plástica puede penetrar en los organismos vivos, e incluso las especies cautivas no son inmunes a la exposición. Las altas cargas de microplásticos encontradas en los delfines cautivos muestran que la contaminación plástica se extiende mucho más allá de nuestros océanos contaminados.
Los plásticos están entretejidos en la vida cotidiana: se encuentran en textiles, edificios, envases de alimentos y más. A medida que se descomponen, las partículas microscópicas de plástico se filtran al medio ambiente, a los alimentos, al agua e incluso al aire que respiramos.
Con concentraciones tan altas de microplásticos en el tejido de delfines salvajes y cautivos, el estudio plantea serias dudas sobre qué microplásticos podrían ser una carga para otras especies marinas, e incluso para los humanos.
Dado que la contaminación por microplásticos está relacionada con efectos sobre la salud como cáncer, problemas pulmonares, trastornos hormonales, etc., los riesgos para todos los organismos vivos son elevados.
¿Qué pasa con los microplásticos en la vida marina?
La investigación sobre microplásticos aún está en desarrollo y tiene margen de mejora. Los expertos pidieron que se preste más atención a los tejidos animales en la investigación sobre microplásticos, señalando que sólo el análisis del contenido intestinal reduce significativamente la toxicidad de los microplásticos.
Abogaron por el monitoreo de múltiples tejidos para comprender mejor los niveles de exposición y evaluar los riesgos potenciales para la salud tanto de la vida silvestre como de los humanos.
Para ayudar a abordar el impacto de la contaminación plástica en la vida marina, los esfuerzos se han centrado históricamente en limpiar los desechos plásticos de nuestros océanos. La atención de los gobiernos, los grupos conservacionistas y la industria se ha ampliado para reducir la cantidad de plástico producido.
Desarrollar alternativas al plástico y limitar el uso de ciertos plásticos (como las microperlas en los cosméticos o las bolsas de plástico de un solo uso) son pasos importantes para reducir la contaminación. También se necesitan sistemas de reciclaje y gestión de residuos, que puedan evitar que el plástico llegue a los cursos de agua.
Obtenga los boletines informativos gratuitos de TCD para obtener consejos sencillos para ahorrar más, desperdiciar menos y tomar mejores decisiones, y gane hasta $5,000 para obtener actualizaciones limpias en el exclusivo Rewards Club de TCD.







