El drama recién empieza

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Por: Juan Sheput

El lunes pasado Pedro Castillo, con una mayoría lograda de malas formas, pudo superar la moción de vacancia por permanente incapacidad moral. A raíz de ello recordé una frase del General Pirro “una victoria más como esta y perdemos la guerra” pues la consideré precisa para las consecuencias de esta decisión equivocada del Congreso.

Los medios de comunicación señalan que hay paro de transportistas y agricultores en por lo menos nueve regiones. Algunos dicen once. Otros mencionan a más tomando en cuenta otro tipo de conflictos como el minero. Es decir, hay una realidad de desgobierno a lo largo y ancho del país que está trayendo consecuencias funestas: subida y escasez del precio de los alimentos, bloqueo de carreteras, parálisis de la economía, malestar ciudadano. La victoria pírrica se está mostrando en toda su dimensión. El Congreso (por su increíble impericia y torpeza política) fue incapaz de vacar a Pedro Castillo, entonces al no haber mecanismos institucionales, el pueblo ha pasado la responsabilidad a las propias movilizaciones, a la manifestación y la protesta social. Ante ello se tiene a un gobierno acorralado, sin posibilidad de hacer alianzas, un Congreso sin peso político que se enfrentan a un pueblo que ve en este conjunto un grupo inútil de poder mejorar sus expectativas. Por eso es que piden un cambio radical que lo simplifican en un “que se vayan todos”.

Se advirtió. Si el Congreso no cumplía con su rol, el papel que le corresponde de leer correctamente la realidad iba a ser reemplazado por la turba. Un gobierno sin credibilidad, de baja popularidad, con ministros que son incompetentes o con prontuarios delictivos en sus trayectorias o ambas cosas, no podrá ser una vía de solución. ¿Alguien en su sano juicio cree que Aníbal Torres o Dina Boluarte tienen autoridad moral para intermediar? Si fuera así ¿Por qué no lo hacen? El pueblo no les cree, ni a ellos, ni a sus ministros, ni a Pedro Castillo.

Iba a escribir sobre la inaceptable intromisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en nuestras decisiones y la forma como nuestra clase política acepta sin cuestionamientos ese atrevimiento, pero los eventos locales se impusieron. Por el momento el malestar del pueblo se expresa a través de transportistas y agricultores. También vienen padres de familia por el colapso de los colegios, madres organizadas en las Ollas Populares, jóvenes que son conscientes que con estos incapaces del gobierno no tienen futuro. El drama recién empieza.