Por: Dr. Jorge Apolitano Rodríguez, (Presidente del Colegio Iberoamericano de Doctores)
Este domingo 02 de octubre es el día “D”. Más de 24 millones de electores peruanos vamos a elegir gobernadores y alcaldes, en tal sentido te recomiendo elegir bien a nuestras autoridades. Un candidato que promueva valores, principios y represente la honestidad y la transparencia.
El perfil que debe tener un buen candidato a la alcaldía es que esté comprometido con su provincia o distrito en mejorar la salud y la educación que es lo prioritario, así como combatir la pobreza y la corrupción, mejorando los servicios públicos, el desempleo, el medio ambiente, la participación ciudadana, y la seguridad ciudadana.
Es por eso proponemos un Voto de Conciencia, fundamental para el progreso de las ciudades y pueblos, esperando así que nuestra comunidad electoral conformé una serie de criterios morales, éticos, profesionales y políticos, que deberá poseer el próximo alcalde y así elegir entre los múltiples aspirantes aquellos que más se aproxime al perfil de un buen vecino honesto y transparente.
En tal sentido, elijamos autoridades con no estén manchados por actos de corrupción, que sean probos, sinceros y muy honestos. En estas elecciones municipales y regionales en Trujillo y otras provincias de la región La Libertad vemos que postulan candidatos prontuariados con denuncias penales por actos de corrupción y lavados de activos en la Fiscalía y Poder Judicial.
Los trujillanos hemos tenido mala suerte al elegir autoridades que están prófugos de la justicia, no queremos repetir la historia, porque el desarrollo y progreso de Trujillo se ve frustrada por la mala elección. Es hora de que no repitamos la historia, busquemos al candidato ideal para gobernar Trujillo.
Hay muchos que se promocionaron en esta campaña electoral, pero hay que revisar su hoja de vida y antecedentes penales, policiales y morales. El alcalde debe ser integro y moral, que debe actuar con responsabilidad y compromiso social, ya que aplicara la totalidad de los recursos en función de las carencias y dificultades de la comunidad, sembrando la transparencia en la administración municipal.
Deseo el bien común y que la autoridad municipal debe ser honesto, debe poseer altos niveles de integridad y honestidad, tolerante, formal, cuidadoso abierto, leal y comprometido con las mejores tradiciones y buenas prácticas del municipio. Promueve trabajo en equipo: Inspira a otros a tener ideas, confiar entre ellos, y no propiciar ambientes y actitudes que permitan actos de corrupción.
El alcalde debe ser respetoso de la meritocracia de los servidores públicos, debe estar al servicio de los ciudadanos, servir sin observar el partido político, grupo político, estrato social, nivel académico o clase de necesidad, debe estar comprometido con la comunidad.
Buscando las soluciones a los problemas, que padece el pueblo, aplicando bien las políticas públicas, prevaleciendo los intereses generales sobre los particulares. Hoy vemos alcaldes que actúan contrario a la ley. Las reglas de juego ya están dadas para las próximas elecciones municipales y regionales del 2022. Esperemos que los trujillanos elijan bien a sus autoridades.
