El anuncio de hoy hará poco para calmar la situación, a menudo hirviente, dentro del rugby galés, particularmente en el oeste de Gales.
La WRU dijo que sólo uno de los tres futuros equipos de Gales tendrá su sede en el oeste, donde tienen su base Ospreys (Swansea) y Scarlets (Llanelli).
Después de que Scarlets y Ospreys se negaran a firmar un nuevo acuerdo de participación a principios de este año, el acuerdo de financiación anterior se prolongó hasta 2027 y valía sólo £4,50 al año.
Todavía hay esperanzas dentro del órgano rector de que los dos equipos puedan fusionarse, pero si no se hace, se lanzará un proceso de licitación.
El proceso incluso ha abierto la improbable posibilidad de que uno de los equipos pueda solicitar una licencia para tener su sede en Cardiff o el este de Gales.
Mientras tanto, la WRU es una parte interesada en la URC, junto con los otros cuatro órganos rectores nacionales, y necesitará el apoyo de la federación para cambiar el número de regiones participantes.
Las encuestas muestran que la mayoría de los aficionados al rugby galeses quieren que la WRU se acerque a los clubes ingleses para ver si se puede establecer una liga anglo-galesa.
El director de rugby y jefe de rendimiento de WRU, Dave Reddin, dijo que la opción no estaba sobre la mesa y que la WRU seguía comprometida con la URC.
Aunque la situación ahora es más clara, el futuro a largo plazo del rugby galés sigue siendo incierto.











