En un país acostumbrado a perder a los mejores talentos en favor de Europa, Depay se ha ganado la admiración por encontrar un enfoque diferente, a pesar de la controversia sobre los pagos de bonificaciones en su lucrativo contrato, que el Corinthians acordó pagar a plazos.
“A los aficionados les gusta mucho”, explica Bruno Casucci, reportero del Corinthians para el periódico Globe de São Paulo. “Pero hay mucho debate sobre su rentabilidad, porque Memphis es un jugador muy caro y el club se enfrenta a enormes problemas económicos”.
La cuestión de las bonificaciones surge en parte debido al éxito de Depay en los gigantes de Sao Paulo, donde anotó siete goles en 11 partidos al final de la temporada pasada para elevarlos del puesto 18 al séptimo en la máxima categoría antes de ganar el campeonato estatal.
“Ayudó al equipo a evitar el descenso y se clasificó para la Copa Libertadores de este año con su destacada actuación”, dijo Casucci. “Ganó el título Paulista esta temporada y ayudó al Corinthians a poner fin a su sequía de seis años sin campeonatos”.
Sin embargo, los fanáticos aman a Depay por razones distintas al campo.
“También nos dio su gran personalidad”, dijo a The Associated Press el director de fútbol del Corinthians, Fabinho Soldado. “Se integra bien con la cultura brasileña, por lo que la gente se siente más cercana a él”.
Depay calificó a Brasil de “meca del fútbol” en su primera rueda de prensa y expresó su admiración por el “dinamismo” de América Latina.
“Están más fascinados por la vida”, dijo Depay. “La forma en que experimentan la vida, no sólo el fútbol”.
También fue elogiado por abrazar el estilo de vida brasileño.
Su propia carrera musical se remonta a 2017, pero este año colaboró con el artista de funk brasileño MC Hariel en un álbum llamado “Falando com as Favelas” (Habla con las Favelas). Uno de los temas es un homenaje a la afición del Corinthians.
“Se puede ver que un día estoy de traje con gente importante, políticos y demás, y al día siguiente estoy con gente que tiene menos oportunidades”, dijo Depay, quien fue fotografiado reuniéndose con lugareños en una favela cerca de Sao Paulo.
“Sabía que si pasaba una hora hablando con la gente, podrían inspirarse. Quería estar ahí y ayudarlos”.
