Inglaterra estuvo a punto de vencer a Argentina en la segunda mitad, con el sorprendente debut de Max Ojomoh en Twickenham extendiendo su racha de victorias a 11 partidos consecutivos.
En la primera mitad, Ojomo disparó y otro pase cruzado, e Inglaterra se fue al descanso con ventaja de 17-3.
Su ventaja podría haber sido aún más pronunciada si el hooker Luke Cowan-Dickie no hubiera cometido un ligero error en la última jugada de la primera mitad.
El fin de semana pasado, Argentina se recuperó de una desventaja de 21 puntos para derrotar a Escocia y finalmente regresar al cuadro principal.
Luego del gol de Justo Piccardo, Tomás Albornoz y Santiago Carreras convirtieron dos tiros penales para reducir la diferencia a 17-16.
Pero Inglaterra pareció recuperar impulso con el tiempo.
Una gran ruptura de Alex Coles abrió una plataforma para Ojomoh, permitiendo a Henry Slade deambular debajo de los postes.
El gol y el penal de George Ford pusieron a Inglaterra 11 puntos por delante, pero el gol de último minuto de Rodrigo Isgro preparó el escenario para un último partido en las gradas.
Los Cougars necesitaban esforzarse por ganar y, con el apoyo de un pequeño pero ruidoso grupo de fanáticos en las gradas, lucharon duro.
Sin embargo, en el último partido, a menos de 10 metros de la línea de Inglaterra, la mayoría de los 80.807 espectadores soltaron vítores cuando Alex Mitchell pateó las gradas para asegurar que su equipo inglés terminara 2025 con solo una derrota, contra Dublín en febrero.
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