El fin de una era presagia la llegada de la siguiente.
Para Gales, la vida después de Jess Fishlock comienza con el amistoso del martes contra Polonia en Newport.
El desafío comienza por llenar el vacío dejado por el retiro internacional de Fishlock y reconstruir después de que la piedra angular de la selección de Gales fuera desmantelada.
Fishlock ha estado en la selección nacional durante casi dos décadas y ha aparecido en más de dos tercios de la historia del fútbol femenino de Gales.
Incluso cuando se acerca su cumpleaños número 39, sigue siendo la jugadora más destacada de Gales, o al menos lo será hasta su despedida en el Cardiff City Stadium el sábado.
Rhian Wilkinson es el entrenador en jefe y tendrá la tarea de gestionar sin Fishlock y garantizar que Gales siga adelante sin su icónico número 10.
Wilkinson insiste en que sería un “esfuerzo en vano” tratar de llenar el vacío dejado por el retiro internacional de Fishlock.
“No se puede hacer eso. Es imposible y no es justo para los jugadores (que entran)”, dijo Wilkinson.
