El día podría marcar un momento decisivo para el fútbol turco, un deporte durante mucho tiempo eclipsado por controversias en torno a los árbitros e incluso violencia contra ellos.
Esta no es la primera vez que los árbitros son objeto de controversia en Türkiye. El desempeño de los funcionarios ha sido duramente criticado durante años. Pero esta vez, el problema es más profundo e involucra a más que un puñado de personas.
Las cifras publicadas por la TFF incluyen siete árbitros de élite calificados para oficiar en la Superliga, la principal liga del país.
Los fiscales confirmaron que ya en abril comenzó una investigación formal sobre las acusaciones, lo que agrava la gravedad de la situación.
Muchas preguntas siguen sin respuesta.
¿Quiénes son estos jueces? ¿Cuántos partidos han arbitrado en los últimos años? ¿Son estos partidos relevantes para su actividad de apuestas? ¿Son conscientes de la participación de los demás e incluso de hacer apuestas en los juegos de los demás?
Por ahora, el público no tiene muchas respuestas. La magnitud de las acusaciones ha sacudido la fe en el deporte hasta la médula.
Varios comentaristas de fútbol en Türkiye han pedido que se suspendan los partidos de liga hasta que finalice la investigación, argumentando que ahora se pone en duda injustamente a árbitros inocentes.
Otros dicen que el momento debería acelerar los llamados para traer árbitros extranjeros, una propuesta que ha surgido repetidamente en los últimos años.
Sin embargo, el calendario futbolístico continúa. Hay dos partidos programados para el lunes por la noche y la liga continuará esta semana.
Lo que es seguro es que los árbitros turcos nunca más serán vistos de la misma manera.
El hecho es que toda la comunidad futbolística turca se mostrará ahora profundamente escéptica ante cualquier partido futuro.












