A vísperas de la navidad, la fuerza de un tsunami volvió a golpear Indonesia. En esta ocasión mató a al menos 281 personas e hirió a más de 1.016 en las islas de Java y Sumatra después de un deslizamiento de tierra submarino que se cree fue causado por el volcán en erupción Anak Krakatau. Cientos de casas y otros edificios quedaron «gravemente dañados» cuando el maremoto golpeó, casi sin previo aviso, todo el Estrecho de Sonda el sábado por la noche, dijo Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la agencia de gestión de desastres. Pandeglang ha sido el distrito más afectado porque, al encontrarse a unos cien kilómetros de la capital, Yakarta, sirve como escapada de fin de semana para sus residentes.
Ha sido un año duro para el vasto archipiélago que se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico. Varios terremotos arrasaron partes de la isla turística de Lombok en julio y agosto, y un doble terremoto y tsunami mató a más de 2.000 personas en la isla de Sulawesi en septiembre.
Ayer, a medida que caía la noche, los esfuerzos de rescate continuaban, pero los trabajadores y las ambulancias tenían dificultades para llegar a las áreas afectadas porque algunas carreteras estaban bloqueadas por escombros de casas dañadas, coches volcados y árboles caídos. Las imágenes de televisión mostraron los segundos en que el tsunami golpeó la playa y las áreas residenciales de Pandeglang en la isla de Java, arrastrando con él a las víctimas, los escombros y grandes trozos de madera y metal.
Los habitantes de la costa dijeron que no vieron ni sintieron ninguna señal de advertencia el sábado por la noche. Las autoridades declararon sin embargo que una sirena de advertencia se disparó en algunas áreas. Al no haberse producido un terremoto potente en la superficie terrestre, las alarmas no se activaron para advertir del tsunami. La fuerza de éste en plena Navidad evocó recuerdos del maremoto del Océano Índico provocado por un terremoto el 26 de diciembre de 2004, en el que murieron 226.000 personas en 14 países, incluidas más de 120.000 en Indonesia.
El fotógrafo de volcanes Oystein Lund Andersen estaba en la costa noroeste de la isla de Java, de turismo con su familia este fin de semana cuando se produjo el tsunami. «Tuve que correr cuando la primera ola pasó por la playa y aterrizó a 15-20 metros tierra adentro. La siguiente ola fue devastadora y entró en el área del hotel donde me encontraba, derribando los vehículos en la carretera», dijo en Facebook. Él y su familia huyeron sanos y salvos a un lugar más alto.
El daño se hizo evidente después del amanecer del domingo. Nueve hoteles y cientos de casas resultaron severamente dañados por las olas. Trozos de hormigón rotos y vigas de madera astilladas cubrían zonas costeras golpeadas, convirtiendo las populares playas entre los residentes de Yakarta en pueblos fantasmas. Cientos de vehículos fueron arrojados hacia los escombros o quedaron enterrados bajo techos hundidos. También toneladas de restos de las cabañas de bambú y paja fueron esparcidos a lo largo de las playas.
Horas después, las autoridades depositaron en lugares seguros decenas de bolsas de cadáveres amarillas, anaranjadas y negras, para que los familiares identificaran a los muertos.
Al cierre de esta edición, el Ministerio de Exteriores español no tenía constancia de ninguna víctima de nuestro país. La cifra oficial de muertos eran 222, pero el vicepresidente Jusuf Kalla dijo en conferencia de prensa que el número «probablemente aumentaría». Nugroho añadió que la zona más afectada fue la costa occidental de la provincia de Banten en Java, la isla más poblada de Indonesia. También afirmó que al menos 35 personas murieron en Lampung, en el sur de Sumatra. Entre los héroes del día, unos agentes que rescataron a un niño atrapado en un automóvil enterrado bajo árboles y escombros caídos.
El tsunami fue causado por «un deslizamiento submarino resultante de la actividad volcánica en Anak Krakatau» y fue amplificado por la marea anormalmente alta, debido a la luna llena», dijo Nugroho. El Anak Krakatau, un volcán activo a medio camino entre Java y Sumatra, ha arrojado cenizas y lava durante meses. Estalló de nuevo justo después de las nueve de la noche del sábado y las olas golpearon toda la costa media hora después. Ben van der Pluijm, un geólogo experto en terremotos y profesor de la Universidad de Michigan, dijo que el maremoto podría haber sido causado por un «colapso parcial» del volcán. «La inestabilidad de la pendiente de un volcán activo puede crear un deslizamiento de rocas que mueve una gran cantidad de agua, creando olas de tsunami que pueden ser muy potentes. Esto es como dejar caer repentinamente una bolsa de arena en una vasija llena de agua», ilustró.