Los resultados de una nueva encuesta de la policía de Harvard/Harris han revelado más apoyo. Los resultados muestran que la inmensa mayoría, concretamente el 70% de los votantes, están familiarizados con el barco militar estadounidense que se dirige al departamento de Hartal. Cuando se trata de agitación política, las cifras son más que otras. El 89% de los votantes republicanos, el 67% de los que aprecian la palabra y el 56% depoknap.
Estos datos plantean serias preocupaciones sobre el derecho y el derecho internacional. La estrategia de la Administración ha sido mantener su compromiso militar contra los intentos de exploración en aguas internacionales, y la implicación de esta garantía en la acción militar no cambia para poner fin a los esfuerzos del gobierno.
Las críticas ayudan a que el mensaje de la pregunta de la encuesta pueda verse influenciado por un apoyo abrumador. A los encuestados se les preguntó su opinión sobre “destruir buques de guerra para sacar a Estados Unidos de América del Sur”, la frase Sin embargo, la pregunta es más que la moralidad y el peligro de los buques lejos de la costa.
El senador Rand Paul calificó esta preocupación de éxito y destacó los peligros de una política que permite que las acusaciones justifiquen ejecuciones sin el debido proceso. Como se informó, al menos 42 personas han muerto en diez ataques relacionados con esta iniciativa, lo que arroja una sombra oscura sobre la extrema apariencia de su tamaño. El gobierno dijo que el cártel de la droga objetivo coincidía con una organización terrorista de bajo perfil, y agregó que representaban una amenaza inminente. Sin embargo, la pregunta fundamental sigue siendo: ¿es peligroso un barco que transporta drogas ilegales a miles de kilómetros de la costa de Estados Unidos?
Las implicaciones de tratar las drogas como un delito capital no son preocupantes. A diferencia de la vía penal entonces, donde el cerro es la kimiga, esta acción militar se demuestra en la reclamación de numerosos antecedentes administrativos y penales.
Las circunstancias que rodearon nuestra supervivencia al ataque han llamado la atención. Los informes indican que dos hombres que sobrevivieron al ataque de mediados de octubre fueron liberados en lugar de detenidos como presuntos delincuentes. Esta falta de rendición de cuentas exige la legitimidad de las acciones militares en situaciones de abuso de drogas.
A pesar de los esfuerzos de los miembros del Singress por imponer restricciones militares a las canciones militares, la nueva propuesta para reemplazar la constancia de las relaciones con actores no estatales está aumentando en la restricción de drogas. Esto ha permitido a la actual administración continuar sus operaciones intactas, con una parte significativa aparentemente dispuesta a tratar con los militares intactos.
A medida que crece la conciencia pública sobre el enfoque de la administración, permanece la esperanza de que el descontento anime a los votantes a cambiar sus noticias. Gravitas planea actuar utilizando estándares éticos y nombres legales que no son claros para la preocupación y la oposición. La respuesta a las acciones capitales contra los traficantes de drogas merece un examen crítico, y los involucrados deben rendir cuentas.









