Los grandes nombres no son nada nuevo en Rockingham Road. Ron Atkinson comenzó su carrera como entrenador en Kettering a principios de la década de 1970 antes de pasar a clubes como West Brom, Manchester United, Sheffield Wednesday y Aston Villa.
Le siguió el delantero de los Wolves e Irlanda del Norte, Derek Dougan, que se convirtió en propietario del jugador y su equipo se convirtió en el primero del fútbol inglés en tener el nombre de un patrocinador en sus camisetas.
Diez años más tarde, el equipo de Kettering incluía al ex central de Inglaterra Dave Watson y al mediocampista Steve Daley, quien se mudó al Manchester City procedente de los Wolves en 1979 para un récord de transferencias en ese entonces inglés.
Sin embargo, nada puede igualar el frenético interés luego de que el nombramiento de Gascoigne para reemplazar a Kevin Wilson fuera revelado días antes de que fuera anunciado.
“Durante semanas había rumores de que un consorcio se había hecho cargo del club y luego, en un partido en casa, Gazza estaba en la tribuna principal junto con Jimmy ‘Five Belly’ (Gardner) e Imran Radak”, recordó el abonado Ian Holliday, que asistió a su primer partido de Kettering en 1968.
“Poco después se celebró una rueda de prensa en el estadio y se confirmó la adquisición. Ese día estaba en el trabajo y estaba entusiasmado con la perspectiva de que Paul Gascoigne se convirtiera en el nuevo entrenador, aunque tenía reservas sobre cuánto duraría”.
Gascoigne no fue el único jugador inglés vinculado con la amapola en ese momento.
“Hemos escuchado rumores de que un tipo llamado Imraan Ladak viene y habla de todos estos jugadores de renombre: Les Ferdinand, Steve McManaman, Darren Anderton”, dijo el ex jugador Brett Solkhon en un episodio reciente de Non-League Scene de BBC Radio Northampton.
“Recuerdo, cuando era niño, ver a Gazza lesionarse en la final de la Copa FA[Tottenham vs. Nottingham Forest]cuando se lesionó, y mi primer Mundial fue Italia ’90, ¿qué tan brillante era Gazza entonces?
“Recibí una llamada: ‘Hola Brett, soy Paul Davis, recibí una llamada del nuevo entrenador’, y Garza entró. Fue un momento surrealista”.











