SpaceX rompió su récord anual de lanzamientos esta semana con su confiable cohete Falcon 9, y apenas estamos en octubre.
Continuando con una apretada agenda de lanzamientos, Spaceflight Company entregó con éxito el satélite Spenceat NG II a la órbita geosincrónica (GTO) el jueves por la noche desde Cabo Cañaveral, Florida.
Pero había algo inusual en éste.
Debido al combustible adicional necesario para llevar el satélite a un GTO más distante que el vuelo regular del Falcon 9 en órbita terrestre baja, el propulsor de primera etapa B1076 no aterrizó directamente en el drone ni en el lugar de lanzamiento.
Eso hizo que la misión fuera bastante inusual, ya que SpaceX utilizó por última vez un propulsor Falcon 9 en enero, hace más de 130 lanzamientos.
El B1076 ha servido bien a la empresa, volando 22 veces sin problemas y destacando la capacidad de SpaceX para reutilizar cohetes Falcon 9 varias veces. El sistema de reutilización es clave para el funcionamiento general de SpaceX y le permite reducir drásticamente el coste de acceso al espacio.
Los propulsores gastados han lanzado anteriormente misiones CRS-26, OneWeb Launch 16, Intelsat IS-40e, SES O3b mPOWER-C, Ovzon-3, Eutelsat 26D, Turksat 6A, Maxar 2, SXM-9 y 12 Starlink.
Como no era necesario un aterrizaje recto, el propulsor voló sin patas de aterrizaje ni aletas de rejilla, componentes esenciales a la hora de realizar un aterrizaje controlado.
A continuación podéis ver al B1076 despegando por última vez, llevando al satélite español al espacio.
SpaceX ha compartido algunas fotografías dramáticas (abajo) del lanzamiento final del propulsor, incluida una que muestra un primer plano de su motor mientras despega de la plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral.
Después del exitoso despliegue satelital del propulsor B1076, la primera etapa descendió a la Tierra y se estrelló en el océano antes de hundirse hasta su lugar de descanso final en lo profundo de las olas.












