“Todo empezó cuando tuve cáncer de mama. Después del tratamiento, comencé a pensar mucho en mis padres, en mi infancia y en la Navidad”. dijo Lenka. Su madre y su padre le fueron arrebatados por la misma enfermedad, que él mismo superó. “Empecé a buscar el metal que amaba cuando era niño en nuestro árbol… y así empezó todo”. dijo.
Lenka incursionó en tiendas retro, artículos de colección y hallazgos en azoteas. En lugar de comerciantes, sólo compra adornos que alguien haya encontrado en casa. “Me encantan las historias detrás de ellos. Quizás mi nieto me escriba para contarme que su abuela le regaló una caja”. explicó.
Además de adornos navideños, también empezó a coleccionar árboles artificiales, desde la Primera República hasta su juventud. “Ahora tengo unos diez árboles jóvenes. El más pequeño mide veinticinco centímetros, el más grande mide más de un metro. Incluso tengo un árbol joven de la Unión Soviética, de Eslovaquia, y lo que llamábamos ‘botella’ en casa”. él se ríe.
Falta de plumas de ganso
El último orgullo de la colección es un árbol de plumas de ganso de la Primera República. Lenka subió al coche y se dirigió de Ústí a Praga. “La mujer dijo que tal vez estaba loca y que iría desde Ústí en busca de un árbol pequeño.” él se ríe. El árbol conserva la caja original, el retrato del propietario y decoraciones de época.
El primer árbol artificial de la juventud.
Su corazón es un pequeño árbol artificial de los años 90. “Lo tuve cuando era estudiante en un estudio en Teplice. Mi hija lo tiró hace años, ¡pero lo recuperé!” dice con entusiasmo.
¿800 decoraciones? Para Lenka todo tiene un precio
El año pasado hizo por primera vez una lista, donde contó setecientos adornos. Este año cuenta con unas 800 piezas. “No en cantidad, sino en el hecho de que tengo algo de cada época. De la Primera República, rusa, checa, niños, con palos, claros y coloridos”. habla con orgullo.
La Navidad dura hasta febrero.
La Navidad de Lenka es larga y buena según la tradición. “Tengo el árbol hasta el 2 de febrero, Hromnice. Quiero disfrutar de ese tiempo, no tengo tiempo antes de Navidad”. Él planea un espectáculo. Lenka trabaja en un museo y, junto con un colega, ya está planeando una gran mudanza. “El año que viene haremos una exhibición de árboles y adornos. Quiero mostrarle a la gente el cambio de las tradiciones navideñas”. Lenka lo está deseando porque, además de adornos, colecciona bombones y juegos de mesa.
130 kilos de dulces
Su pasión por la Navidad también se refleja en hornear galletas. “Mi hija y yo horneamos 130 kilos este año. Yo decoro principalmente pan de jengibre”, agregado.









